¿Qué ha pasado para que la publicidad contextual, un tipo publicitario que parecía obsoleto, vuelva a emerger con fuerza en un momento en el que la experiencia personalizada hacia el receptor ha sido protagonista?

Cómo empezó todo

En los comienzos de la publicidad en internet, los anuncios, siguiendo el paradigma de la publicidad al más puro estilo tradicional, y al igual que ocurría con la compra de espacios televisivos, se “colocaban” en función de la temática del sitio web. Y es que la publicidad contextual, recordemos, es un tipo de publicidad relevante en el contexto del contenido de una página.

Por ejemplo, mientras un usuario leía una noticia de viajes, la publicidad le ofrecía noches de hotel, billetes de avión o tour por ciudades. Si, por el contrario, visitaba una página de recetas de cocina, la publicidad mostraría anuncios de corte gastronómico: ollas, cursos de cocina, revistas de recetas… Así página tras página. Todo era posible gracias a las palabras clave y el tema que se buscaba. Este sistema realiza un rastreo de la página y muestra aquellos anuncios de productos o servicios acordes con las palabras contenidas en la misma.

Un paso más allá: la publicidad «a medida»

Sin embargo, con el paso del tiempo, la publicidad comenzó a ser más sofisticada al igual que la red. No es que la publicidad contextual ya no sirviera, es que se ha llegado a tener tanta información del usuario que se ha hecho posible crear una experiencia personalizada. A todos nos ha pasado: tras tantear un producto en alguna tienda online, o incluso tras hablar de él (fuera de la red) con algún conocido, este producto o alguno similar nos ha estado “persiguiendo” en forma de anuncio durante varios días en todas las visitas web que hacíamos. Y también, en la totalidad de las redes sociales. En este momento parecía que la publicidad contextual se había quedado atrás para siempre.

Pues no estábamos en lo cierto. Actualmente nos encontramos en un momento donde observamos una creciente tendencia a la vuelta de la publicidad contextual y otras alternativas. Esto se debe a las nuevas normas de privacidad que se están implantando desde hace unos meses, por las cuales el usuario puede decidir si las aplicaciones móviles rastrean su comportamiento o si sus datos personales pueden ser vendidos a otras empresas. Y ello tiene consecuencias directas para esa experiencia personalizada en publicidad que ya hemos comentado: sin permiso por parte del usuario (y muy pocos usuarios lo dan), no hay rastreo. Y sin rastreo, no hay experiencia.

El futuro inmediato de la publicidad digital

La clave de la industria actual será aumentar la efectividad de las campañas sin afectar al derecho de privacidad. Por esto, el formato de la publicidad contextual está volviendo a adquirir importancia y se coloca como una alternativa potente de cara a la publicidad online los próximos años. Las principales razones por la cual está volviendo a ser protagonista son las nuevas regulaciones que ya hemos adelantado, pero también la mayor conciencia de la privacidad por parte de los usuarios. Y a este barco se suman las grandes compañías y su apuesta por la seguridad de la información.

De este modo, estamos ante un momento de retorno a la llamada publicidad nativa, una tipología de publicidad contextual consistente en la integración de los anuncios en el contenido de la web, situados en los lugares en los que encajan de forma más natural. El resultado, por tanto, es un conjunto armonioso con el aspecto, tono y mensaje de la web. Pero no solo eso, sino que la publicidad en vídeo también puede basarse en tecnología de publicidad contextual. Esta tecnología analiza la postura del vídeo y permite a profesionales del marketing exponer sus anuncios en el momento oportuno.

¿Qué hay de nuevo bueno, viejo?

Siempre se ha dicho que las segundas partes nunca fueron buenas. Sin embargo, esta segunda oportunidad que se le presenta a la publicidad contextal parece que trae grandes beneficios de cara al usuario. Además, puede que se haga justicia beneficiando a aquellas empresas que han preferido priorizar su posicionamiento SEO y trabajar su contenido.

Privacidad: estos anuncios respetan la privacidad y no dependen de cookies, por lo que el usuario no percibe tanta intromisión en sus vidas (no se siente espiado) generando mayor confianza hacia la red y mayor sensación de control.

Estrategia de datos: según una encuesta realizada en IAB, el 57.1% de los profesionales de marketing en Norteamérica ya han aumentado su uso de datos contextuales en la segmentación. coches rojos

Imparcialidad: la mayoría de los anunciantes siempre han tendido a favorecer a editores con mayor renombre antes que a los pequeños. Gracias al cambio de sector hacia la publicidad contextual se podrá reducir esta injusta ventaja.

Interacción: los anuncios relevantes crean una experiencia más fluida y placentera. En un estudio se demostró que la publicidad contextual se recuerda 1,6 veces más que la no contextual. En conclusión, las empresas y marcas están comenzando a optar por la publicidad contextual ante el abandono gradual de las cookies de terceros. El futuro parece muy prometedor, entre otras cosas, gracias a la eficiencia que muestra este tipo de publicidad. El análisis del sector apunta a que la inteligencia contextual ofrece mejores resultados que los análisis conductuales y es más efectivo para llegar al público.

En conclusión, las empresas y marcas están comenzando a optar por la publicidad contextual ante el abandono gradual de las cookies de terceros. El futuro parece muy prometedor, entre otras cosas, gracias a la eficiencia que muestra este tipo de publicidad. El análisis del sector apunta a que la inteligencia contextual ofrece mejores resultados que los análisis conductuales y es más efectivo para llegar al público.